Escriben los lectores de Los derrotados

Escriben los lectores de Los derrotados

Por: Noé Jitrik.

Acabo de terminar la lectura de Los Derrotados que me ha deparado momentos intensos de reflexión y de percepción de lo que es escribir. Y no me refiero sólo a la riqueza de la investigación y a la idea de historias paralelas y disímiles al mismo tiempo, sino a ese galopante ritmo de la prosa, mezcla de firmeza y de experiencia poética. No es una experiencia, en el sentido de ver deliberadamente qué resulta de un cruce semejante, sino de un «saber de escribir», concepto que me interesa específicamente. Tampoco es el hecho de que hay un narrador muy afectivo, compasivo con sus personajes y comprensivo de sus peripecias que remiten a las peripecias de un país desangrado desde siempre, hundido en el malestar de equívocos mortales, sino de una gran madurez de pensamiento y de distanciamiento: Caldas por un lado, los pre o proto guerrilleros por el otro, sin ser destinos paralelos en un punto se encuentran, el punto de una narración desgarrada y perfecta a la que tampoco el calificativo le viene bien; es esa otra dimensión que viene en y con las palabras manejadas desde dentro. Eso, por ahora, es lo que siento en tu hermoso libro, lleno de vibraciones.

Los Derrotados me ha deparado momentos intensos de reflexión y de percepción de lo que es escribir. Y no me refiero sólo a la riqueza de la investigación y a la idea de historias paralelas y disímiles al mismo tiempo, sino a ese galopante ritmo de la prosa, mezcla de firmeza y de experiencia poética.

No es una experiencia, en el sentido de ver deliberadamente qué resulta de un cruce semejante, sino de un «saber de escribir», concepto que me interesa específicamente. Tampoco es el hecho de que hay un narrador muy afectivo, compasivo con sus personajes y comprensivo de sus peripecias que remiten a las peripecias de un país desangrado desde siempre, hundido en el malestar de equívocos mortales, sino de una gran madurez de pensamiento y de distanciamiento: Caldas por un lado, los pre o proto guerrilleros por el otro, sin ser destinos paralelos en un punto se encuentran, el punto de una narración desgarrada y perfecta a la que tampoco el calificativo le viene bien; es esa otra dimensión que viene en y con las palabras manejadas desde dentro.

Noé Jitrik
Escritor y critico argentino

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