19 de mayo 2019. Por: Julián David Ramírez Castro.
En El Tiempo.
Alberto Donadío es una especie en vía de extinción en el periodismo colombiano. Sus investigaciones, de la mano de la Unidad Investigativa de EL TIEMPO, tuvieron repercusiones en las décadas de los setenta y los ochenta; además de sus múltiples libros publicados a lo largo de su carrera como investigador.
Los reportes que esta Unidad publicó a través del espacio que Daniel Samper Pizano escribía a diario, en su columna Reloj del tiempo (poco después pasaría a llamarse solo Reloj), tuvo repercusiones en el poder de turno y mostró la necesidad de mantener una línea periodística dedicada exclusivamente a auscultar y fiscalizar en las actividades de ministros, banqueros y congresistas. La dupla Samper-Donadío ostenta el honor de pionera en el periodismo de investigación en Colombia.
El libro ‘Contra el poder. Alberto Donadío y el periodismo de investigación’, del abogado y periodista Juan Serrano, es una pieza del testimonio de quien luchó, entre otras batallas, por el derecho al acceso de la información, por denunciar antes que figurar y por publicar sus hallazgos a pesar de las consecuencias que esto tuviera dentro o fuera de EL TIEMPO.
“Si Alberto fuese un perro –dice Nicolás Landes-, sería un ‘bulldog’: de esos que una vez tiene mordida una presa, no suelta y sigue hasta que llega a su cometido. Si algo tiene es un compromiso con su meta que es muy inusual.” Esta persistencia le permitió desentramar en 1982 las actividades irresponsables e ilegales con las que algunos banqueros del Grupo Grancolombiano y Bolivariano, entre otros, condujeron al sistema financiero colombiano a un momento de crisis, a través de autopréstamos con los que obtenían más poder dentro de entidades bancarias.
Donadío con su memoria privilegiada, como él mismo la caracteriza, recorre los pasos que lo llevaron al periodismo, de la mano de Daniel Samper Pizano y más adelante de su primo, Gerardo Reyes. Este camino, como lo detalla en el libro, comenzó con las banderas del ambientalismo y la ecología, temas poco importantes en la agenda mediática de la época. Donadío recuerda que los reportajes cargados de tecnicismos y datos sobre tráfico de fauna, Daniel Samper los ‘traducía’. “Samper estaba tocado con la vara de la claridad. Por confuso que fuese el tema, era capaz de cribarlo, limpiarle las impurezas y reducirlo a sus rudimentos más elementales. Utilizar la máquina de escribir para separar la pulpa del bagazo”.
El libro también detalla algunos de los pulsos que la naciente Unidad Investigativa tuvo que dar para obtener información pública. ‘Los papeles del Senado’ fue otro episodio que los tres mosqueteros de la investigación (Donadío-Samper-Reyes) dieron contra la mesa de directiva del Senado, liderada por Edmundo López Gómez. “El costo de negar el acceso a las nóminas del Senado terminó siendo peor que permitirlo” asegura Juan Serrano, quien señala que este episodio le dio un gran estatus a la Unidad para finales de los setenta.
Esta publicación muestra cómo dar estas batallas permitieron que este proyecto investigativo pasara de ser una simple firma en algunos reportajes de EL TIEMPO a contar con una oficina, una secretaria y el respeto de los colegas de la época. Donadío recuerda que los reportajes, firmados por Samper Pizano se acompañaban de la siguiente aclaración: “El siguiente informe fue preparado por el departamento de investigación de EL TIEMPO, el cual ha sido creado con la misión de profundizar acerca de algunas noticias con el fin de descubrir lo que se oculta detrás de la superficie de los hechos”.
El autor, Juan Serrano, dice que este libro nace como una forma de contar el legado de Alberto Donadío, “bastante se ha escrito sobre Samper Pizano y Gerardo Reyes, pero poco o nada sobre Donadío, eso me motivo a realizar este libro con entrevistas que muy amablemente me concedió Alberto por cerca de dos años.” Además, Serrano asegura en las páginas de ‘Contra el poder…’ “Donadío es el equivalente periodístico de lo que en la literatura suele llamarse un autor de culto: alguien con cierta fama de gueto, aplaudido dentro de una subcultura, pero desconocido para el gran público”.
María Teresa Ronderos, prologuista del libro, afirma que analizar el estilo de periodismo de Donadío puede dar pistas de cómo enfrentar los desafíos al periodismo en tiempos de internet. “Este libro muestra que el periodismo que Donadío ha practicado –y practica hoy- es el periodismo esencial. Y por eso es un libro vigente que nos da las pistas de cuáles son modas pasajeras, cuáles son prácticas obsoletas y cuáles las cardinales que debemos seguir los periodistas si queremos que la sociedad aprecie nuestro valor en un futuro.”
El nombre de Alberto Donadío volvió a estar en la prensa nacional el año pasado, cuando fue ganador del premio Vida y Obra 2018, reconocimiento del Premio Simón Bolívar una “deuda de gratitud que tiene el periodismo colombiano con él” Este libro fue editado por Silaba editores y el Ceper de la Universidad de los Andes.