Escriben los lectores de El mismo lado del espejo

Escriben los lectores de El mismo lado del espejo

Por: Gloria Guardia.

Acabo de terminar de leer El mismo lado
del espejo y considero que con esta
“novela de iniciación” o Bildung Roman,
como se denomina este subgénero
de escritura, has logrado un nuevo triunfo
en tu brillante trayectoria literaria. Escrita
con una deliciosa pulcritud y haciendo
gala del tempo justo y por eso apropiado
para narrar una obra como ésta, has
logrado una novela de la altísima factura
de Damien de Hermann Hesse, Don
Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes y
The Catcher in the Rye de J. D. Salinger.
Como novelista estoy al tanto de los
retos que tuviste que superar al
momento de crear a un personaje de las
contradicciones, amén de la
sorprendente agudeza intelectual y
psicológica de Antonia Otero y
de aquellos que la llevan por el camino del
aprendizaje de la vida, con sus múltiples
sobresaltos y obstáculos: Emilio Vergel,
Sabina y ¿por qué no?, también sus
amantes Julián Manrique, Ricardo
Saldaña, Gabriel Peñalba y Daniel
Talero, sin olvidar a los miembros de su
propia familia: sus padres, sus hermanos
Lucía y Esteban y su sobrina María
Clara, la hija de este último. Me interesó
observar cómo y por qué creaste al
personaje apócrifo del pintor Gabriel
Talero, para revelarnos las diversas
aristas creativas, el brillante, aunque
complejo, ego de Antonia, instalándolo,
tal como debía ser, al mismo lado del
espejo de la protagonista. Un juego
intrincado de lunas y cristales, a la
manera de la danesa Isak Dinesen, pero
por eso mismo, provocador tanto para ti,
como narradora, como para nosotros, tus
lectores. Podría escribir pliego tras pliego
sobre lo mucho que he disfrutado la
lectura de El mismo lado del espejo. Sin
duda, una Bildung Roman que siembra
un nuevo modelo de escritura para los
colombianos que, al igual que tú, hacen
gala de una fina cultura literaria. ¡Un
aplauso nutrido y sincero, admirada Lina
María!

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