10 de diciembre del 2016. Por: Mateo García.
En El Tiempo.
Todos en Aquitania fueron reunidos por un grupo de las Farc. Les informaron que la única opción que tenían era irse. Entonces quedó un pueblo fantasma, con muy pocas almas. Siete familias no se desplazaron.
Pero, como alguna vez cantó Gardel: ‘siempre se vuelve al primer amor’. Y es que todos, o la gran mayoría, soñaban con volver a Aquitania.
Esta es la historia que narra el periodista Juan Camilo Gallego en su libro Aquitania. Siempre se vuelve al primer amor. En él narra la vida de cinco desplazados de este corregimiento de San Francisco que, a pesar de todo, volvieron a su primer amor.
Gallego llegó a Aquitania en el 2013, cuando se cumplieron 10 años de aquél acontecimiento. En el 2003 había más de 2.500 habitantes, pero cuando llegó la cifra estaba cerca de los 1.750.
Aquitania. Siempre se vuelve al primer amor es el segundo libro de Gallego y fue publicado luego de ganar la convocatoria pública en Cultura y Patrimonio 2016 en categoría Crónica.
Todo comenzó cuando conoció el periodismo. A su colegio llegaron unos libros nuevos. Ahí leyó el trabajo de Alfredo Molano y Germán Castro Caycedo. Entonces, quiso hacer lo que ellos hacían.
Al llegar el momento de aspirar a la universidad lo hizo para la facultad de Periodismo de la Universidad de Antioquia.
Empezó con el periodismo deportivo. Luego, lo dejó para dedicarse a colaborar para diferentes publicaciones.
Después, tuvo la posibilidad de coordinar la línea de posconflicto del Museo Casa de la Memoria.
El conflicto armado es un tema que siempre le ha interesado y lo ha trabajado porque en él encontró la posibilidad realizar trabajos como los de aquellos libros que leyó alguna vez en el colegio y lo motivaron a estudiar periodismo.
En el 2013 publicó Con el miedo esculpido en la piel: Crónicas de la violencia en el corregimiento La Danta.
Gallego, que es del Oriente antioqueño, conoció de cerca la guerra. “Los diciembres, cuando íbamos a una vereda de Guarne que se llama La Charanga, jugaba fútbol con mis primos, y veíamos los helicópteros que pasaban con bolsas negras colgando.
“Para mí esa imagen es muy importante, porque en ese momento a mí no me importaba quienes iban ahí. En cambio lo que yo hago ahora con el periodismo es ir detrás de esas bolsas negras”, recuerda.
Por esta razón las dos publicaciones que ha realizado hasta ahora tienen como tema el conflicto armado.
Aunque esta vez, muestra otro lado de la guerra. Gallego se preguntó por los sueños de los desplazados, y los narra a través de cinco personajes que tienen historias particulares pero una en común: el desplazamiento. Cuenta la necesidad que tiene la gente de volver a su tierra.
En cuatro capítulos habla sobre una mujer poeta, que fue de las primeras que regresó; el papá del alcalde, que también era padre de un guerrillero; el carnicero, que se resistía a irse y quería quedarse vendiendo carne, pero el hombre no iba a tener clientes.
Historias como esas cuentan la realidad de un pueblo que también es la realidad de muchos otros lugares en Colombia.
“El libro tiene terror, dolor, pero a pesar de todo es una historia de amor”, afirma Gallego quien está de acuerdo con que la crónica es política y por eso se debe contar la historia de personas que de alguna manera no tiene voz.
Esta es pues una historia de gente valiente, que son los que verdaderamente han sufrido el conflicto y que siempre tuvieron un sueño: volver a su tierra, a su primer amor.