Febrero 18 de 2016. Por: Mateo García.
En El Tiempo.
Montañas y paisajes de Girardota fueron el estímulo para escribir poemas.
La vida en el campo inspiró a Juan Felipe Ospina para escribir Constitución de los árboles y otros poemas humanos.
El libro, que reúne 30 poemas del autor, de alguna manera representa su vida, que se ha desarrollado en Girardota.
Ospina se crió entre los árboles y mangas de este municipio del norte de Antioquia y eso ha influido en el momento de sentarse a escribir.
Su historia como escritor comenzó trovando. Cuando aún estaba en el colegio se dio cuenta que tenía habilidades, en especial para la rima.
Pero luego comenzó a leer y descubrió que habían otras posibilidades para él. Aunque también pasó por la música, se quedó con la literatura.
No tiene muy claro qué fue lo primero que escribió. Tal vez fueron los trabajos del colegio, pero resalta las cartas que escribió a las novias que tuvo, también escribió cartas a sus familiares y amigos.
Cuando comenzó a estudiar sicología, en la Universidad de Antioquia, pensó que la escritura podía ser mucho más que una afición.
Fue así como allí se impuso que podía escribir con el objetivo de ser escritor. Entonces publicó textos en algunas revistas e hizo unos cursos de periodismo.
Al terminar la universidad comenzó, junto con un amigo suyo, a realizar talleres de lectura y escritura en las veredas del municipio de Girardota.
En el 2009, gracias a una beca de la Alcaldía de Medellín, logró su primera publicación. Se trata de Lo banal, un libro que reúne algunos cuentos de su autoría.
En noviembre del año pasado, Ospina publicó su segundo libro. Esta vez es una recopilación de algunos poemas que ha escrito durante varios años.
Constitución de los árboles y otros poemas humanos es un libro de Sílaba Editores que editó gracias a que Ospina ganó el premio ‘ Estimulos al Talento Creativo 2015’, de la Gobernación de Antioquia.
“Esta obra proviene de la capacidad que tengo de recopilar todo lo que he vivido, y la poesía es lo que más fácil se me da”, dice Ospina. El escritor cuenta que la poesía es una trabajo largo y más cuando “no se es un genio”, agrega.
Los poemas de este libro hablan de muchas cosas, pero los árboles son el hilo conductor. Existe una relación entre todos los versos, haciendo que no estén aislados.
En el momento de escribir y hacer la selección de los poemas, Ospina tenía claro que no quería que los poemas fueran largos, pues afirma que un poema largo le da desconfianza.
Por eso quiso que sus poemas fueran cortos, que se lean fácil y que no se gastara tanto papel, porque no tiene sentido un libro dedicado a los árboles y que se gaste mucho papel.
En el prólogo del libro, el autor invita a los lectores a que le escriban un correo para él regalarles una semilla de guayacán, “así la culpa no es tanta por gastar el papel”, afirma.
Ospina es considerado un joven poeta, apenas tiene 30 años.
“Uno está en proceso. Este libro muestra el nivel en el que estoy. Me siento conteto porque hubo responsabilidad y trabajo, pero sé que puedo crecer más”, agrega.
El libro ha recibido buenos comentarios, personas de otros países le han escrito para decirle que sus poemas los han sensibilizado. Llegar a otros lugares lo enorgullece.
El joven poeta sostiene que el libro es una buena oportunidad para que las personas, “puedan pasar un momento agradable porque el libro se puede disfrutar”.
Para el futuro solo piensa en seguir escribiendo, pues comprendió que “no hay afán de publicar, ese no es el fin. Lo más importante es escribir”, asegura.