Description
Sus poemas, son también fuego y cristal, lo devorador y lo frágil, allí, al mismo tiempo; su ojo adentro tan abierto que le hizo pintor y puso en sus manos el pincel y el buril, y que le hizo poner la casa y morada – como él mismo dice – en la montaña y sus silencios, lo hace ahora poner en palabras sus pensamientos, sentimientos, hablando para sí y para otros de la niñez, de la adolescencia, del enamoramiento, de la madre, de la mujer, del hijo, de la vida, de la muerte, de las memorias vitales del propio oficio.
Eduardo Monzon