29 de enero de 2024 I En El Colombiano I Redacción: Sara Kapkin
“Hay como una realidad que no llega ni a cine, ni a conversaciones porque la gente no se la cree, siempre para que a uno le crean toca hablar con poquito de ficción, esa ficción es como el ‘avioncito’ para que los niños se coman la sopa”, escribió el autor de Derrumbes, perros y corridos.
El libro es el resultado de un proceso de inmersión de tres años de Casa de las Estrategias en el Centro de Reclusión San Gerardo y recoge las historias de algunos de los jóvenes que, por diferentes circunstancias, terminaron internos allí. Es “una exploración profunda sobre las vidas de borde, con intensidades alucinantes y la fuerza necesaria para comprender decepciones, traiciones y la ausencia total de apoyos y afectos”, dice el comunicado que invita al lanzamiento del libro este martes 30 de enero en Casa Teatro el Poblado a las siete de la noche.
El equipo de Casa de las Estrategias llegó a San Gerardo a través de uno de los jóvenes que hacía parte de Editores de Ciudad, un proyecto de arte y periodismo ciudadano que vienen desarrollando desde el 2015. Cuando estaba cerca de salir los llamó, quería que fueran, que sus compañeros conocieran el proyecto de editores y que el equipo de Casa de las estrategias conociera a sus compañeros.
Se reunieron cada ocho días durante tres años, y todo ese trabajo se materializó en el libro. Ahí están los relatos en primera persona, y se van intercalando con las ilustraciones y un diccionario de términos que anteceden a cada historia.
Y en esas historias están los otros, los protagonistas de esa ciudad y ese departamento que se mira de lejos, como si pasara en otra parte, en otro mundo. El libro los acerca, les permite contarse en sus propias palabras, y así dejan de ser lo que creemos que son, para convertirse en aquello que han sido y quieren ser. Y cuando se leen así dejan de ser otros tan distintos, tan distantes.
“Uno va desenredado la vida como en dos direcciones: lo que fue y el arrepentimiento, y lo que puede ser y está siendo”, dice el segundo de los relatos.
Y en ese desenredo de los autores nos desenredamos todos, porque en cada historia personal está también la historia colectiva. Es la vida detrás de los hechos. Todos sabemos las cifras de muertos, del conflicto, de la violencia, pero no todos sabemos que es matar y ver morir, y así con tantas otras cosas, la traición, el desamparo, el destino, en fin. Desenjaulados es un puente.
“La idea es generar un vínculo desde el libro. Que la gente se acerque a los muchachos del sistema, que reconozca que existen, y que están muy embalados precisamente por la exclusión en la que están. Tenemos que prepararnos más como sociedad para recibirlos y para hacer una inclusión efectiva. A veces salen y se encuentran con esa frustración de que nadie está dispuesto a arriesgar el corazón y a hacer un vínculo con ellos, a darles trabajo, a hacerse amigo de ellos”, dice Camila Uribe directora de Casa de las Estrategias.
Desenjaulados, dice también el comunicado, son “voces nítidas y miradas devueltas desde un centro de detención de menores”. Es otra forma de ver lo que hemos entendido desde categorías históricas, mediáticas y académicas, y de llenar de nuevo las palabras que van perdiendo el contenido. Esto, por ejemplo, dice el autor de Derrumbes, perros y corridos, sobre el hambre, los paramilitares y el desplazamiento forzado:
“Yo no sé cómo habrá sido de bebé, pero el hambre siempre ha estado ahí, como una segunda sombra o un familiar más: ‘Buenos días, hambre. Buenas noches, hambre’, y a pensar en otra cosa. Pensando en tanto profesor que me dijo bruto, les voy a dar la razón en una cosa: yo no he sido bruto así mucho como de ser impulsivo, pero uno aprende a no pensar mucho porque pensar da pesar”.
“Lo que más me gusta es la frontera de los colores, cuando un color empieza a ser otro. Estos manes que nos iban a matar solo miraban en dos colores, la expresión que se entiende es en blanco y negro, pero ven en color moneda y color sangre, digamos, para que anoten ahí, en rojo y verde”.
“En las películas, alguien viaja y tiene la ilusión de un nuevo comienzo, pero para uno en la vida real, uno ya sabe que en Colombia cada viaje, siempre después de algún güiro o bronca, es para peor y cada vez más expuesto y más cerquita a la siguiente amenaza, el siguiente atentado (…) Desde ese momento comprendí que no había mañana, solo hoy. Yo sentía que era pura suerte, y una suerte con la que yo no tenía nada que ver, que no me mataran en la mitad del viaje, apenas me bajara, mañana”.
Desenjaulados da cuenta de la inteligencia cotidiana que se desarrolla por fuera de la academia y se pone al servicio de la sobrevivencia, de entender lo inexplicable. Es el mundo como nunca lo hemos visto. “Es un viaje desde el borde y las periferias desde los pueblos de Antioquia y Medellín, hasta el corazón de la ciudad y nuestro diseño de ciudadanía y sociedad”, dice el comunicado.
El evento de lanzamiento del libro contará con la participación de la magistrada Susana Escobar Vélez, ex Jefa del pregrado en Derecho de la Universidad Eafit, PHD en Derecho y especialista en Derecho Penal; la directora de la Editorial Sílaba, Lucía Donadío; el investigador de Desenjaulados, Lukas Jaramillo; la fuente principal del libro y asistente de investigación Jhon Fredy Ortíz, la ilustradora Carolina Hernández y la directora de Casa de las Estrategias, Camila Uribe.
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