Categoría: Nota de prensa

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Al filo de la hoja
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El páramo

El vaho pestilente del cagajón de la mulada se mezclaba con el aroma fresco del bosque y las herraduras tintineaban al ritmo de los tropezones de las bestias. Subían por un sendero tapizado de guijarros al borde de cañadas oscuras llenas de vegetación. Un rayo de sol rompía de tarde en tarde la bóveda que...

CUENTO - Cerrojos
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CUENTO: Cerrojos

Un ruido levanta mi cabeza de la almohada. Apenas tomo conciencia. Es la chapa de la puerta. Dios mío, un ladrón. La puerta se abre, despacio. La madera cruje. Entra y se voltea para cerrar con suavidad. ¡No es un desconocido! Sostiene el mango hasta que el pestillo entra en el hueco metálico. ¿Necesita hablar...

Todo era azar en el Hotel Sahara
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No había habitaciones libres en Samarra

Oyó decir Nebur que la muerte ya no salía del zoco de Bagdad, y como él era joven, supuso que nada malo podía pasarle si se le acercaba y la miraba a los ojos. Había días en que Nebur tenía arrebatos de poeta. Será la experiencia de mi vida, se dijo, para darse ánimo, y...

CUENTO- Inquietudes de un único testigo
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CUENTO: Inquietudes de un único testigo

Por: Manuel Bernardo Rojas. En Ni un minuto más alla . Quizá no era yo, quizá sí. Nadie podría asegurarme que no había estado en ese sitio, nadie podría confirmar tampoco que yo no estuviese involucrado en tan escabrosa historia. Todos saben, creen saberlo y hasta yo he estado convencido de ello, que no soy afecto a...

CUENTO: Andrea Coll De Benvenuti. Artista interna
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CUENTO: Andrea Coll De Benvenuti. Artista interna

A los tres años, Coll De Benvenuti acostumbraba robar los juguetes a los otros niños para abrirlos y ver qué tenían dentro. Poco después, sus padres decidieron apartarla de todo contacto con sus amigos para que no intentara también mirar dentro de ellos. La anécdota puede parecer trivial, pero sirve para hacernos a una idea...

La última calle
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CUENTO: La última calle

La última calle Ana Ramírez –Llevo cuarenta y cinco minutos buscando la última calle y otros cuarenta y cinco esperándola, y usted tan tranquila, que ya viene, que se le varó la moto, que siga caminando hasta la última calle. También la vieja del segundo piso del frente lleva cuarenta y cinco minutos mirándome. ¿Y...

Cuando pase el ciego
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Nueva historia de nadie

NUEVA HISTORIA DE NADIE 1 Más que una roca solitaria era una especie de montículo taciturno e inesperado cuyo rostro miraba hacia el poniente. Detrás de él, al fondo del barranco, la vegetación arreciaba; delante, en una especie de rellano, el hombre-jefe-que-habla-con-las-nubes meditaba o se comunicaba con los dioses. Más allá, en la meseta surcada...