Ministerio le premió la trampa a Interbolsa. Por Alberto Donadío

Ministerio le premió la trampa a Interbolsa. Por Alberto Donadío

Fotografia de Leonel Cordero Revista Kienyke. Rodrigo Jaramillo y Tomás Jaramillo

Fragmento del libro “El cartel de Interbolsa” que publicará Sílaba proximamente

Investigación |EL ESPECTADOR

El escándalo sigue creciendo

Ministerio le premió la trampa a Interbolsa

Por: Alberto Donadio / Especial para El Espectador

 

De cómo uno de los colegios más tradicionales de Bogotá cayó en la ruleta y cómo tres exministros supieron el riesgo que representaba la firma comisionista y no hicieron nada para evitar la quiebra

La Asociación de Padres de Familia del Gimnasio Moderno tenía $62 millones para invertir. Por carta le dio instrucciones a Interbolsa para comprar bonos de una entidad oficial. La comisionista, sin permiso, tomó el dinero para adquirir acciones de la propia Interbolsa.

Este abuso no sucedió el año pasado, cuando a muchos clientes les desviaron sin autorización miles de millones de pesos hacia repos de Fabricato y otros negocios. Ocurrió en 1999. Interbolsa realizó desde ese año operaciones ilegales destinadas a conquistar una lucrativa licencia del gobierno para entrar a un enorme negocio —sostén de crecimiento de la comisionista— y consolidar el primer lugar entre todas las firmas inscritas en la Bolsa de Valores.

Las operaciones ilícitas fueron detectadas y sancionadas por la Superintendencia de Valores y las conoció personalmente en 2003 el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla Barrera. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda nada hizo entonces ni después para excluir a Interbolsa como creador de mercado de los títulos TES de deuda pública, su negocio bandera durante más de diez años gracias a la licencia que desde 2000 le otorgó la Dirección General de Crédito Público de ese ministerio.

Creador de mercado es la entidad financiera con licencia para comprar en subasta bonos del gobierno y luego negociarlos en bolsa. En 2003 Interbolsa tomó sin autorización dinero de sus clientes para cumplir un requisito esencial que se exige a los creadores de mercado, la capitalización mínima.

Las mismas prácticas que llevaron al cierre definitivo de Interbolsa hace tres meses —invertir la plata de los clientes sin permiso y sin contarles en qué, prometerles una cosa y hacer otra, manipular la bolsa—, el gobierno las detectó en la comisionista hace diez años. Las actuaciones prohibidas se descubrieron tras una investigación iniciada en 2001 por funcionarios de la Superintendencia de Valores. La Supervalores se fusionó con la Superintendencia Bancaria para crear en 2005 la Superintendencia Financiera.

En 2003 el ministro Carrasquilla se reunió con el superintendente de Valores, Clemente del Valle, y otros funcionarios para analizar los resultados de las pesquisas en Interbolsa. Había operaciones no registradas en la contabilidad. La Universidad La Gran Colombia figuraba con TES por $14 mil millones, pero el dinero era de Interbolsa. A la universidad le pagaron una comisión de $54 millones por utilizar su nombre. En la jerga bursátil eso se conoce como una “vuelta”. Otra falta fue la manipulación bursátil. Por 20 meses Interbolsa hizo operaciones no representativas del mercado con su propia acción. Es decir, la acción no subió y bajó por la libre oferta y demanda, sino por manejos ilegales, financiados sin permiso con plata de los clientes.

Pero hubo un hecho aún más grave. A Interbolsa le faltaban $1.500 millones para cumplir con el capital mínimo de $5.500 millones que exigía el Ministerio de Hacienda a los creadores de mercado. Entonces la comisionista emitió acciones por ese valor y las pagó tomando el dinero de las cuentas de los clientes, pero sin consultarles.

Una víctima fue la Asociación de Padres de Familia del Gimnasio Moderno. Sin autorización le compraron $62 millones en acciones de Interbolsa, pese a que había dado orden escrita de invertir esa suma en bonos del IFI (el desaparecido Instituto de Fomento Industrial). Para justificar su conducta, Interbolsa manifestó que las acciones mostraban una rentabilidad que respaldaba la inversión realizada.

En la reunión con el ministro Carrasquilla se estudiaron las sanciones que Supervalores pensaba imponer, multas por $160 millones y un castigo nunca antes dispuesto: el cierre de Interbolsa por tres días. “Eso era como cerrar el Banco de Bogotá por tres días”, dijo un funcionario que estuvo en la reunión. Se analizó el efecto que pudiera tener sobre el mercado. “Interbolsa ya tenía una importancia relativamente alta y la sanción de cierre era costosa para la firma en prestigio”, indicó el exfuncionario. Se acordó proceder tal como lo planteaba la Supervalores. “No es usual cerrar una firma, pero los temores fueron vencidos”, dijo la fuente.

De parte de Carrasquilla “hubo respaldo absoluto a la sanción”, indicó el participante. “La sanción era para darle una lección conforme a derecho a Interbolsa”. La resolución se dictó el 22 de octubre de 2003 y quedó en firme el 5 de diciembre. Las multas se rebajaron a $140 millones. Interbolsa tuvo que cerrar sus oficinas el 22, 23 y 24 de diciembre y abstenerse de negociar en bolsa. La resolución “es un hito”, indicó un exfuncionario de Supervalores. El exsuperintendente Clemente del Valle, hoy especialista en mercado de capitales del Banco Mundial, señaló que “la sanción era un precedente que no se había dado”.

 El senador Juan Mario Laserna Jaramillo, del Partido Conservador, era director de Crédito Público en 2000 cuando Interbolsa fue reconocida por primera vez como creador de mercado. Dijo que nada sabía de las actuaciones ilegales que permitieron a Interbolsa cumplir los requisitos. Tiene razón. Las operaciones se divulgaron en octubre de 2003. Juan Camilo Restrepo y Juan Manuel Santos (1998 a 2002) fueron ministros antes de comprobarse los actos ilícitos.

El primero en enterarse fue el ministro Carrasquilla. Aunque la sanción se divulgó ampliamente, ni él ni sus sucesores —Óscar Iván Zuluaga y Juan Carlos Echeverry— tomaron medidas contra una firma que accedió con engaño a un programa estrella del Ministerio de Hacienda. Año tras año Interbolsa fue admitida como creador de mercado de los TES. Participó sin interrupción hasta 2012. Hubo años en que figuró en la lista como única comisionista de bolsa, al lado de entidades más grandes, como Bancolombia, Banco de Bogotá y Citibank. El ministro Mauricio Cárdenas canceló la inscripción el 2 de noviembre, día de la intervención, y los TES de Interbolsa pasaron a Bancolombia.

La trampa de Interbolsa se comentó en la revista Semana: “El señalamiento más delicado que hace la Supervalores a Interbolsa es haber usado plata de los clientes para comprar transitoriamente acciones de la propia firma. Interbolsa buscaba convertirse en creador de mercado”. También en El Tiempo: “La firma utilizó recursos de sus clientes… para comprar acciones de la propia comisionista… sin contar con la autorización expresa y escrita de los inversionistas”.

El martes 23 de diciembre de 2003 Interbolsa estaba clausurada. No podía negociar TES ni operar en bolsa. El cierre lo ordenó un organismo adscrito al Ministerio de Hacienda. Pero en esa misma fecha un funcionario de ese ministerio, Carlos Alberto Rodríguez López, director general de crédito público, firmó la resolución que designó a Interbolsa como creador de mercado para la vigencia siguiente, el año 2004.

Rodríguez López, hoy vicepresidente internacional del Grupo Bancolombia, señaló que estaba enterado de la sanción en 2003, pero que Crédito Público “no es un regulador ni es un supervisor”. Para el programa de creadores de mercado los “criterios son objetivos, no hay elección a dedo, el que cumple los requisitos es aceptado, no hay subjetividad en la designación”, indicó.

Cada mes las comisionistas tenían que reportar su patrimonio previa certificación del revisor fiscal. La certificación de Interbolsa al ingresar al programa se basaba en una capitalización ilegal. Pero el Ministerio no la cuestionó. El certificado mensual lo ordenó César Alberto Mendoza Sáenz, como director encargado de crédito público en 2002. Mendoza Sáenz fue luego suplente de la junta directiva de Interbolsa. Gerencia la Compañía Colombiana de Capitales, a la cual el fondo Premium que ofrecía Interbolsa le dio un crédito por 1’995.000 dólares. Por uso de información privilegiada está inhabilitado por cinco años para ejercer cargos de administración o dirección en el sector financiero.

En el mundo financiero era vox pópuli el papel significativo de Interbolsa en el mercado de los TES. En un artículo de 2006 sobre Interbolsa, la revista Semana escribió que los TES “forman parte primordial de su activo”. El mercado de deuda pública es el más líquido del país y el más líquido de cualquier economía, dijo el senador Juan Mario Laserna. “Los volúmenes son gigantescos”. El negocio de los TES en que se movía Interbolsa no solamente es el más grande de la bolsa, sino superior a la deuda externa de Colombia, indicó.

El programa de creadores de mercado surgió en 1997 para financiar el presupuesto nacional con deuda pública y se consolidó en 2000. Los participantes comercializan los TES, son un distribuidor mayorista de la inversión considerada más segura de la bolsa, pues el que responde es la Nación, que en teoría no se puede quebrar. “Los TES son cero riesgo”, expresó el senador Laserna. Entre 2001 y 2005 los promedios diarios de deuda pública negociados en bolsa aumentaron 14 veces, según Planeación Nacional.

Uno de los padres del mercado de TES es Juan Carlos Ortiz Zárate, accionista de Interbolsa y fundador del fondo Premium. En entrevista con Julio Sánchez Cristo dijo: “Es un negocio gigante, es un negocio maravilloso. Durante los 15 años que he estado vinculado con el Grupo Interbolsa hicimos algo que fue desarrollar la deuda pública colombiana, hoy es la deuda interna más líquida, más transparente, más perfecta. Cuando arrancamos en el año 97, cuando yo pertenecía a Interbolsa, hicimos un trámite muy complejo para ser creadores de mercado, sacamos esa licencia con mucho esfuerzo. Ese es el negocio que se llevó Bancolombia ayer”.

Cuando Interbolsa demandó las sanciones ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, se puede decir que fue por lana y salió trasquilada. “Hubo un manejo indebido de los dineros de los clientes de la comisionista”, observó el magistrado Luis Manuel Lasso Lozano en 2008 al refrendar la actuación de Supervalores. Agregó que Interbolsa incurrió en “maniobras que persiguieron únicamente el interés de la comisionista y desconocieron el de los comitentes y el de los demás agentes del mercado”.

Un abogado que trabajó en una entidad de control financiero anotó sobre las sanciones de 2003: “Los de Interbolsa ya jugaban tute desde el útero”. Un investigador que trabajó en Supervalores ese año, comentó: “Las actuaciones fueron impecables. En cambio, en los últimos nueve o diez años ha habido una convivencia feliz de las autoridades con Interbolsa”.

La posición del exministro Echeverry

Sobre su papel en el caso Interbolsa, el exministro Juan Carlos Echeverry le respondió así al diario El Colombiano, el pasado 20 de enero: “Estaba impedido y no fui ministro de Hacienda para Interbolsa desde julio de 2011, cuando el consejo de ministros aceptó mi solicitud de impedimento y designó, por decreto, como ministro ad hoc a Sergio Díaz-Granados, y luego lo sucedió, desde marzo del año pasado, el ministro Mauricio Cárdenas hasta mi retiro, el 13 de septiembre. Me hice el propósito de no tener ningún contacto personal ni telefónico con nadie que tuviera que ver con Interbolsa. Hubo un decreto como consecuencia de la reforma tributaria de 2010, la cual cerró las prácticas de evasión que estaban promoviendo las comisionistas de bolsa y las fiduciarias. Si alguien cerró y cauterizó la vena rota de la evasión por cuatro por mil fue el gobierno Santos con esa reforma que yo promoví. El superintendente dijo en el Congreso que, en dos años que estuvimos trabajando juntos en el Gobierno, nunca hablamos de Interbolsa”.

La posición del exministro Carrasquilla

Alberto Carrasquilla, que fue ministro de Hacienda de Álvaro Uribe entre 2003 y 2007,  dijo en una columna que publicó la revista Dinero: “El sector financiero colombiano ni se inmutó en virtud de las dificultades que llevaron, al cabo, a la liquidación de la firma comisionista Interbolsa”. “La gente confía en el sistema privado y en su capacidad de absorber problemas de relativo calado”. “La actividad financiera consiste, precisamente, en tomar riesgos. En hacer apuestas, si se quiere, con dinero ajeno y eso, a veces, sale muy mal”. “En el caso específico de Interbolsa, cabe preguntar exactamente qué hubiera podido hacerse diferente y mi impresión es que no mucho”. “Ni creo que sea buena idea meterles burocracia a los mutuos acuerdos entre profesionales”. “De pronto conviene pensar en esquemas regulatorios que separen de manera más tajante los recursos de aquellos depositantes que quieren que su plata esté representada en TES respecto de aquellos que quieren compartir riesgo con banqueros profesionales en el oficio”.